viernes, 4 de mayo de 2012

Reminiscencias (literatura)

Ahogado de angustia y dolor, dolor que quema mi corazón como un sol en explosión

por sentir mi alma incompleta, sosegada y con un vacío en su interior

Dios... ¡por favor contesta!... resuelve el laberinto de mi corazón.

Responde señor... dónde te llevaste a mi Julieta.

Señor deja de darme castigo y sufrimiento

responde mi musa matinal, mi ángel de la mañana dónde has ido.

¿Por qué huyes de mi?

Te escondes como avergonzada la luna detrás de la nube.

Te escondes tal vez juguetona como la liebre de blanco pelaje

que en invierno sale a musitar los brotes tiernos de hierba

o tal vez te esconde de miedo a mí.

De saber que Romeo... es un lobo con piel de oveja.

De saber que mi sonrisa para ti aún muestran una hilera de colmillos.

De saber que mis manos temblorosas al tocar las tuyas.

Aún tienen garras afiladas dispuestas a destrozar lo que te cause dolor.

¡No huyas de mí!

¡No te escondas por favor!

No me dejes ahogado el corazón ahogado de dolor.

Porque ansío tenerte de nuevo en mis brazos

y poder vivir aunque sea por un instante, un mundo rosa y frugal.

No me dejes pronunciado tu nombre al viento.

¡Julieta mi amor!

Escrito original de nuestro apreciado colaborador: Arkhon Mathusalem

No hay comentarios :

Publicar un comentario