domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Cuáles son las causas de la infidelidad?

Si alguna vez has sido víctima de la infidelidad, entonces seguramente te habrás encontrado llorando en un rincón, escuchando música romántica y preguntándote qué pudo haber pasado para llegar a ese estado; o peor aún, sintiéndote responsable por la situación pues tal vez no le diste a tu pareja lo que necesitaba, o porque no eres lo suficientemente atractiva.

Si bien es cierto que cada caso merece un análisis de las circunstancias para poder determinar las causas de la infidelidad, lo más importante es que recuerdes que eres una persona maravillosa, única e irremplazable y que una infidelidad es dolorosa, pero también es una oportunidad para crecer emocionalmente y aprender lo que significa construir una pareja. 

Los pensamientos fatalistas que van orientados a maltratar tu autoestima no mejorarán la situación, todo lo contrario, terminarán hundiéndote en la tristeza. Las causas de la infidelidad son numerosas y particulares, pero existen unas cuantas razones más generales que compartiremos contigo, con el objeto de brindarte más alternativas, perspectivas diferentes que logren hacerte evaluar la situación de una forma más objetiva en la que no existe la posibilidad de asumir el rol de víctima o de verdugo.

Razones más comunes de la infidelidad


Una de las principales causas de la infidelidad es la desaparición del amor pasional. Cuando nos enamoramos de alguien, hay un periodo que dura entre 3 a 6 meses en los que el cerebro genera una gran cantidad de serotonina (la llamada "hormona de la felicidad") y que genera los típicos síntomas del enamoramiento: mariposas en el estómago, deseo desenfrenado, sensación de felicidad eterna que te hace sentir como caminando en las nubes, entre otras.

Después de cierto periodo de tiempo, el cerebro deja de producir serotonina y entramos en una fase más calmada de la relación. Esto no significa que no estás enamorado, todo lo contrario, pasas a un nuevo tipo de amor más fraternal en el que empiezas a conocer de verdad a tu pareja. Muchas personas están acostumbradas a interpretar este subidón de felicidad como amor verdadero, y una vez que desaparece, piensan que han dejado de amar a su pareja y que "ya nada es como antes" (¿les suena conocido?); por lo que comienzan a buscar relaciones con otros.

Todos conocemos a los infieles recurrentes, por ejemplo, el típico caso del hombre que termina un matrimonio por infidelidad; comienza una relación con la que fuese su amante, con la que termina por otra infidelidad, y así sucesivamente repitiendo una y otra vez el mismo error. Este tipo de personas suelen tener una estructura de personalidad que no les permite tener una vida en pareja, que no son capaces de comprometerse seriamente con una persona y no logran forjar el vínculo necesario para que una relación prospere.

Se requiere un proceso de autodescubrimiento muy profundo para que este tipo de individuos acepten su condición y sinceren su estilo de vida; por lo que terminará intentando una y otra vez vivir en pareja, haciendo daño a las otras personas y a si mismo. Un infiel recurrente no sabe ni quiere aceptar las responsabilidades y compromisos que intervienen en la consolidación de una relación.

Infidelidad sólo una vez: ¿error pasajero?


Cuando la infidelidad ocurre una sola vez en la relación, un episodio aislado en el historial de la pareja, podemos pensar que  pudo ser un error pasajero. Circunstancias como haber bebido demasiado, conocer una persona sexualmente atractiva, entre otras, pueden ser el detonante de una infidelidad. Sin embargo, aunque esta relación haya sido única y no sea repetitiva hay que analizar qué otros factores están implicados para haber tomado la decisión de ser infiel. El exceso de licor o el atractivo / disponibilidad de alguien más no son excusas para la infidelidad, siempre hay un momento en el que la persona debe decidir si seguir adelante o no.

Otras causas de la infidelidad pueden ser mucho más abstractas y particulares. Hay corrientes psicológicas y sociológicas que plantean el concepto de la profecía autocumplida; es decir, la persona actúa como la sociedad o la pareja espera. Por ejemplo, en sociedades machistas se espera que el hombre sea mujeriego pues esta es una demostración de masculinidad (esta sería la profecía)  y muchos hombres actúan de acuerdo a este modelo; del mismo modo se dice que una persona que establece un vínculo de pareja desde la desconfianza (celos desmedidos, conductas compulsivas que tienden a invadir la privacidad de su pareja como revisar su teléfono, página de Facebook, correo electrónico, etc.; conductas restrictivas como prohibirle visitar a sus amigos) en realidad están creando su profecía, subconscientemente extienden una invitación para delinquir.

Cualquiera de estas razones no son, por si solas, la causa de la infidelidad. Una persona madura y emocionalmente equilibrada confronta a su pareja, expone sus sentimientos y prefiere poner fin a la relación en caso de no llegar a una resolución del conflicto.

Las motivaciones para evitar esa confrontación que permitiría cerrar el círculo son mucho más personales; ya sea por miedo a la soledad, al rechazo, a dejar una situación cómoda (dependencia emocional o económica, por ejemplo), presión social... descubrirlas es responsabilidad de quien comete la infidelidad pero si estás del otro lado es momento de hacerte varias preguntas.

¿Es la primera vez que pasas por una situación similar o es un patrón que se repite en todas tus relaciones?  De ser así, ¿qué modelo mental te empuja a relacionarte con personas que tienen estas tendencias? Sobre este tema les hablaremos en un próximo artículo.

1 comentario :

  1. a mi novio n le hice infiel. n me arepiento lo amo y es lo mejor q me paso en la vida.

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